Hijos de su madre
El otro día en la vuelta a casa
mi teléfono se ilumina para marcarme una recomendación de YouTube, uno de los
videos más vistos en el día, por lo tanto estas aplicaciones consideran que no
nos lo podemos perder. Y yo como fiel adicto a lo mainstream lo reproduje.
El video tenía la voz en tono
fúnebre de la ex presidenta Cristina Fernández, de fondo una música
melodramática y las imágenes eran un movie maker de fotos de su hija Florencia.
Fue ahí que me enteré de la situación personal de ella y al juzgar por el tono
del video induje que se trataba de una situación de salud muy pero muy
complicada ya que el video también tenía una cuota de misterio, aparentemente
se había hecho para aclarar eso que se había filtrado en los medios y en los
juzgados maliciosos pero sin terminar de aclarar del todo.
Por supuesto, acto seguido fui a
consultar los medios que habían filtrado esta noticia, no podía entender cómo había
medios que estaban publicando sobre el estado de salud dela hija de la ex
presidenta y yo todavía no me había enterado. La sorpresa, o no tanto si
consideramos el historial en el discurso, los medios aún no se habían hecho
eco, recién unas horas después encontré notas que hacían referencia al video de
Cristina y al total hermetismo que se manejaba respecto de la enfermedad. Al
día siguiente en los programas de radio de la primera mañana donde se tratan
los temas políticos, la historia era la misma: sólo se sabía lo que la ex
mandataria relató en su video de 2 minutos. Recién 24 horas después el juzgado
que suponemos que más odia a todo lo que tenga relación con el apellido
Kirchner divulgó que se trataba de un linfedema, una patología que afecta
al tejido linfático.
Y he aquí lo que considero el
gran problema de esta cuestión: la noticia no se dio a conocer por los medios
que odian a Cristina, no se dio a conocer por los juzgados que odian a
Cristina, no se dio a conocer por los séquitos de odiadores de Cristina, nos
enteramos por la misma Cristina. Por lo tanto la primera persona que está
vulnerando el derecho a la intimidad de su hija es su propia madre.
Y aunque es cierto que muchos
ojos están puestos sobre ella y hubiesen saltado al enterarse que alguien
multiprocesada y con tantos juicios orales a puntos de comenzar abandona el
país, el trato podría haber sido otro si lo que realmente interesa es
resguardar la intimidad de su hija. Un simple comunicado de prensa que diga que
está en La Habana con permiso de los juzgados para acompañar a su hija hubiera
sido suficiente, si total, diga lo que diga, va a tener una multitud de gente
que piense que sus intenciones son las mejores mundo y otra multitud de gente
que piense que sus intenciones son las peores del mundo. De hecho, ya ha
tratado otros temas con total hermetismo en los que la sociedad todavía
confabula.
El problema no es Cristina
Fernández, el problema son los padres en general y esa sobreexposición a la que
someten a sus hijos sólo para hacerse favores a ellos mismos. Pensemos en esa
señora que sube orgullosa a Facebook la foto de su hijo cuando era un bebé,
desnudo y luciendo un micro pene para demostrarnos a todos lo mamá luchona que
es y lo hermosos angelitos que engendró, sin pensar que ese hijo ya adulto se
va comer dos años de gastadas gratuitas porque la exposición a la que lo
sometió la madre.
Con los padres multimillonarios
que no pueden explicar de qué manera hicieron sus fastuosas fortunas, los
riesgos de los hijos son mayores. Porque va más allá de la foto en Facebook que
pueda colgar nuestra madre o el comentario vergonzante, a los hijos de los
millonarios corruptos siempre son usados de escudos, de testaferros, los
exponen para generar empatía y que la sociedad tenga de esos ricos corruptos
una mirada más humana.
Pensemos en otros casos de
millonarios acusados de corruptos y la utilización de sus hijos y tomemos el
que tenemos más cerquita: el actual presidente Mauricio Macri. Su padre ultra
sospechado que murió procesado por la causa de los cuadernos acusado de
pertenecer a una red de coimas para obtener obra pública, tenía como testaferro
a su hijo, el actual presidente. Cuando el escándalo de Panamá Papers estalló nos
enteramos figuraba como director de empresas fantasmas para que la familia
pueda evadir todo tipo de impuestos.
Si utilizamos la lógica que utiliza Cristina
en la explicación de su video, Mauricio Macri es el simple heredero de los negocios
non santos del padre, no es el artífice. Y si queremos acudir a que la corta
edad de los hijos no los hace reales tomadores de decisiones, es lógico, pero
debemos mantener esa vara en ambos sentidos. Si Flor K comenzó a figurar como
directora de las empresas del padre acusadas de lavar dinero a los 20 años y
eso es un simple título ya que ella no es realmente quien decide, y por
consecuencia se la debe absolver, entonces está bien que se haya absuelto a
Mauricio Macri de la causa Panamá Papers debido a que él tenía
apenas 22 años cuando comenzó a figurar como director de la empresas del padre
acusadas de evadir impuestos y no era quien realmente tomaba las decisiones.
Conociendo un poco de los manejos
inescrupulosos que hacen los millonarios corruptos, creo que ambos casos son
correctos. Creo que a la joven Florencia de 20 años la pusieron ahí para que la
empresa familiar siga lavando sin que ella tenga intervención real y creo que
al joven Mauricio de 22 años lo pusieron ahí para que la empresa familiar siga
evadiendo sin que él tenga intervención real. Por eso repito, no es un problema
de ellos, es un problema de sus padres.
Ahora bien, también creo que
sería justo preguntarnos cuantos grados de moralidad distan entre robar y gozar
de la plata que sabes que es robada sin plantearte cuestiones. Por eso creo que
tanto Florencia como Mauricio no tuvieron intervención pero si tienen un grado
de culpabilidad, siempre se puede decir que no, y mucho más siendo un adulto.
El tema es que generalmente todo hijo de rico corrupto no roba pero goza de las
mieles de la plata robada y de la impunidad que le da ser “hijo de”.
Si pensamos en casos más lejanos
en el tiempo de hijos de millonarios acusados de ser corruptos podemos
encontrar a otro mandatario de la Argentina (cuando escribo esto me genera un
poco de pena haber tenido todos presidentes ultra millonarios acusados de ser
corruptos). El hijo de Carlos Menem la pagó un poco más cara, sufrió un
atentado que lo dejó sin vida y si pensamos en la hija vemos que no se
cuestionó ni un poco cuando la compañera que contó que se había copiado en
clase sufrió un misterioso accidente que la dejó sin vida. Aun así de ese tema
no se habló pero de la muerte de Carlitos, sí. En plena campaña de reelección
del 95 Carlos Menen se mostraba como un padre apesadumbrado que acaba de perder
al hijo, uso esa muerte, logró empatía y fue reelecto. Si pensamos en hoy que
vivimos en un año electoral y que en teoría Cristina Fernández se presentaría
como LA candidata de la oposición, este video contando los males que sufre su
hija no es más que un spot de campaña. Hoy sabemos que lo personal es político
y si utilizas la vida privada en plena campaña, vos mismo lo estás trayendo al
barro de la política, a la arena pública.
Hace muy poco tiempo vi la
multipremiada película Vice que relata la historia del
vicepresidente norteamericano Dick Cheney y en una parte cuentan el momento en
el que se bajó de la candidatura presidencial por que hija se había declarado
lesbiana y eso sería utilizado por la oposición como herramienta de
descalificación, lo hizo para proteger su intimidad.
Entonces si estos ex presidentes
hablan por cuenta propia de temas tan delicados como la muerte de hijo o como
la salud de hijo en plena campaña electoral, por favor, no nos vengan a acusar
a nosotros de odiarlos, de ser culpables de sus males porque nosotros no lo
trajimos a la palestra. Repito una vez más, el problema son los padres. Si el
video no hubiese aparecido en mi teléfono por tener un millón de visitas yo hoy
no estaría escribiendo este texto.
Decir estas cosas, no es odiar,
es justamente querer proteger a esos hijos que sus propios padres los exponen
por motivos que no podemos terminar de calificar. Odiar es querer volver a
ocupar el sillón de Rivadavia para tomar venganza con, por ejemplo, Cristina
Pérez que justamente advirtió que no está bueno utilizar a los hijos para
cuestiones personales.
De las cosas que son ciertas, es
que Florencia Kirchner nunca se metió en nada, siempre hizo la suya y nunca
utilizó su apellido para sacar algún rédito de algún tipo y así y todo siempre
fue blanco de insultos ¿En serio creen que alguien puede soportar eso sin
explotar de ataques de stress? Yo no, veo muy comprensible que su salud se
deteriore por tener que estar todo el tiempo poniendo la jeta porque a tus
viejos los acusan de haberse robado hasta el agua de los floreros de la Casa
Rosada, por eso es que considero que no se la debe exponer más, arrancando por
la madre y sus videos melodramáticos.
En la justicia que se presente
como cualquiera y que de las explicaciones que debe como cualquier ciudadano
pero evitemos el circo de alrededor, porque entonces es lógico que pensemos que
es parte de la campaña o que algunos esgriman teorías conspirativas.
Si construyen un imperio para sus
hijos y luego ellos sufren, arranquen por no exponerlos porque si no lo único
que heredaran será el garrón de dar explicaciones por los chanchuyos que ustedes
cometieron, cuando en realidad el único delito del que podría acusárselos es de
ser hijos de sus padres.
Publicado por Juani Martignone
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