Los tragasapos
Era Julio de 2015 y la madre que
retiraba a su hijo del jardín de infantes le hacía repetir como un mantra
“Scioli presidente”. El nene repetía contento y a la madre se le ensanchaba el
pecho como si la epopeya que se había planteado después de muchos pero muchos
años empezaba a tomar color.
Apenas seis meses después colgaba
de su muro de Facebook una carta abierta en la que explicaba el tremendo
error que había sido poner de candidato al más inepto de los ineptos. Exactamente
el mismo juicio de valor que emitía sobre la persona seis meses antes de
aquella tarde a la salida del jardín sólo que en aquellos momentos combinaba el
cocktail con un desprecio inusitado.
Cuatro años después y a pesar de
todas las promesas realizadas nada ha cambiado, absolutamente nada. La
esperanza republicana se vio eclipsada otra vez por la coyuntura y la coyuntura
no es losquemenotienen, la pobreza estructural y escandalosa, la
economía espasmódica con graves problema de base o que te caguen cuchillazos
por una cámara de fotos. La coyuntura es ocupar el sillón de Rivadavia, el
trono. Y si algo nos enseñó Drogon es que el trono es el
culpable de volver loco a cualquiera en este juego.
Como si Game of thrones todavía
no hubiese terminado vemos cómo todos los políticos todos, se transforman en
una Daenerys
capaz de traicionar todos sus ideales matando a quien se le interponga con tal
de llegar al trono y vemos a hordas de Inmaculados que no se cuestionan y
siguen al líder como caballo de sodero. O sea, los tragasapos.
Hace más de 5.000 años algo
llamado Dios bajó su mensaje de arriba hacia abajo diciéndonos qué debíamos
hacer y nosotros no preguntamos, hicimos. Nos tragamos el sapo. Y aunque hoy
sepamos que muchas de esas cosas son verdaderos sapos intragables, todavía
muchos se lo tragan con tal de no disgustar al “señor”.
Esta lógica religiosa que el
pseudoprogre y el pseudorepublicano detesta cuando se golpea el pecho proclamándose
ateo no se comprueba en una práctica que, como buen religioso, se tragan el
sapo sin chistar.
Un sábado Cristina a través de Twitter
nos cuenta que ella misma eligió al candidato que la acompañará en la fórmula:
un conservador de derecha amiguísimo de del Grupo Clarín que hasta
hace dos minutos atrás decía que cuando su compañera de fórmula expropió Ciccone
calcográfica lo hizo para borrar pruebas, que cuando manipuló el INDEC
lo hizo para ocultar un gobierno deplorable y que además veía distorsionada la
realidad y hasta dejó entrever que se afanó hasta el agua de los floreros de la
Casa
Rosada.
Los tragasapos no se lo
cuestionan, siguen órdenes. Si la jefa les pide que apoyen la cabeza en la vías
del tren la apoyan y ya. Incluso si el compañero de fórmula declara que la
legalización es algo no tan urgente. Lo importante es ganar el trono después
habrá tiempo para definir nimiedades.
Pero para que el tragasapo no
sienta que se está tragando un sapo debe hacer un trabajo de justificación injustificada
que responde más a un autoconvencimiento y que le sirve también para
evangelizar: “Alberto reflexionó y cambió ¿Quién no cambia de pensamiento en su
vida de un segundo al otro de una forma diametralmente opuesta?”
Un martes Macri a través de Twitter
nos cuenta que él mismo eligió al candidato que lo acompañará en la fórmula: un
conservador de derecha que hasta hace dos minutos atrás defendió la
expropiación Ciccone calcográfica, el pacto con Irán, la manipulación el INDEC
y que además fue un facilitador para que todos los acusados de corrupción
queden impunes y aseguró que su compañero de fórmula es millonario por ser un
prebendatario de la Casa Rosada.
Los tragasapos no se lo
cuestionan, siguen órdenes. Si el jefe les pide que apoyen la cabeza en la vías
del tren la apoyan y ya. Incluso si el compañero de fórmula es del riñón del
partido que según ellos desde hace 70 años sumergió a la Argentina en pobreza,
ese al que llaman “Only in Peronia”. Lo importante es ganar el trono después
habrá tiempo para definir nimiedades.
Pero para que el tragasapo no
sienta que se está tragando un sapo debe hacer un trabajo de justificación
injustificada que responde más a un autoconvencimiento y que le sirve también
para evangelizar: “Que Pichetto esté en la fórmula habla de la capacidad de diálogo
que tiene el presidente con el opositor ¿Quién no hace consensos de un segundo
al otro con alguien de un partido diametralmente opuesto?”
Si algo nos enseñó la matemática
es que los ángulos que están opuestos por el vértice son exactamente iguales.
Pero en un país con tantas aristas encontramos ángulos por todos lados y todos
parecen tener la misma cantidad de grados. Los seguidores del creador de éxitos
tales como “La ancha avenida del medio” o “Detuve la locura de Cristina y la re re”
ahora van a tener que conformarse con un extremo bien angosto, el de la
mismísima Cristina de la re re.
Los extremos se llenaron de sapos
y los líderes empujan a sus séquitos a que vayan corriendo a comérselos
radicalizando más la elección. En el medio ya no quedan posibilidades de
avenidas sino de la famosa e insoportable (pero bien fructífera para ambos)
grieta, que parece estar más ancha que mil avenidas 9 Julio juntas.
Lo cierto es que te vayas al
extremo que te vayas a tragarte el sapo sin pensar, algunas cosas ambos nos
aseguran como si fueran derechos fundamentales. Lo que va a ganar si os i es la
incoherencia de nuestra clase política. La unión de la Iglesia con el Estado
estará más fuerte que nunca para recordarnos que siempre se puede estar como el
siglo XV aunque estemos el siglo XXI o para que la USAL inaugure más mega
edificios en las zonas más caras de la ciudad con la plata de los pobres y la
clase media. La otra cosa que se asegura a los dos lados del mostrador es la
impunidad de aquellos que no pueden explicar cómo se hicieron multimillonarios a
costas del Estado. Porque si hay algo que ambos aprendieron es que a los
fantasmas es mejor dejarlos sueltos, siempre es conveniente que anden por ahí
asustando a algún indeciso para que se vaya corriendo a un extremo y se trague
algún sapo.
Mucho se han reído de aquella
candidata que nos decía que si votábamos por aquello en lo que creíamos “ya
habíamos ganado” porque en este país híper competitivo lo importante es ganar
el trono a como dé lugar, aunque haya que incendiar una ciudad completa llena
de inocentes, aunque recemos para que el contrario se vaya en el helicóptero, aunque
haya que tragarse un sapo tras otro, aunque haya que ir a votar con la nariz
tapada.
Lo que más llama la atención de
esta sociedad que con tal de que su líder llegue al trono, o peor aún, que el
candidato que no le gusta nunca llegue, capaz de traicionar todos sus ideales
“porque la coyuntura se lo exige” considera que la lista sábana es una completa
normalidad porque todos los que la integran tiene la misma ideología, entonces
basta con apenas conocer a un integrante para inferir que los 50 restantes son
todos iguales. Lo mismo pasa con la ley de lemas y así las provincias se
han convertido en grandes feudos donde algunos gobiernan desde el día que nací.
Una amiga con muchísimos años de
experiencia en venta al público tenía una máxima: “Vos pones un sorete en
vidriera y la gente entra y pregunta por el sorete. No importa si estas lleno
de mejores productos, quieren el sorete”. Siempre pienso en esto cuando un político
nos pone sorete en vidriera para que pidamos ciegamente por él sin ver que
alrededor quizás en algún perchero alejado o en algún canasto que no está a la
vista tenemos mejores productos o los productos que estamos necesitando.
Por eso cuando entro a un local
me llevo exactamente eso que estoy buscando trato de no caer en la trampa de
los vidreristas que nos ponen un soretes con tal de salirse con la suya:
vender, vender y vender y nosotros comprar, comprar y comprar.
Publicado por Juani Martignone
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