La escuela no es una pantalla
Cuando terminó el primer trimestre de quinto grado la maestra Mabel entregó los boletines. En todas las materias me había puesto Muy satisfactorio , algo así como 8, 9 o 10, básicamente estaba en el tope de la tabla. Lo curioso fueron sus observaciones, la devolución que dio sobre mi desempeño en la escuela. No tengo en poder mi boletín, ni siquiera sé si está en mi casa familiar, pero intentaré reproducir aunque sea en concepto lo que quiso poner: “A pesar de tener un buen nivel académico debe ser más contemplativo con sus pares y docentes”. Fue como decir que nivel académico efectivamente estaba a tope de tabla pero como persona estaba en la escala más baja, todavía me faltaba mucho por aprender. Hasta el día de hoy cuando tengo algún brote de soberbia o pedantería mi madre me recuerda esas notas de ese boletín de quinto grado. Una simple nota de una maestra a la que terminé queriendo como a ninguna me enseñó, en ese quinto grado, mucho más que las regiones geográficas del país o d