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Mostrando entradas de diciembre, 2020

El mérito es sólo de ellas

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“Macri calentó la pava y Alberto se tomó el mate” dijo el politólogo Andrés Malamud refiriéndose a la ley de aborto legal voluntario, en las formidables charlas que tiene junto a María Esperanza Casullo en el podcast “Ágora” de @elDiarioAR . Los politólogos analizan a quien le corresponde el mérito de un logro tan importante porque la sociedad siempre busca héroes para agradecer los derechos que les dan como si fuera un regalo y no como algo que verdaderamente corresponde. El patriarcado cala tan hondo que necesitamos de una figura paternalista que se compadezca de nuestras desventuras y nos “ayude” tirándonos una soga, y estas figuras siempre son varones que actúan como padres compasivos: Macri y Alberto son varones. La única mujer que tuvimos como presidenta electa por el pueblo para tal puesto durante dos mandatos seguidos no sólo desoyó este reclamo sino que lo obstruyó por cuestiones personales (en la biografía autorizada “La presidenta” de Sandra Russo cuenta que haber perdido un

Vamo´ a perrear, la vida e´ corta

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Como todos los fines años Spotify te propone revisar qué fue lo que escuchaste en el año. Si descubriste un artista, si hubo algún podcast que te mantuvo en vilo, si escuchaste un tema una y otra vez sin parar, o con qué géneros y artistas tenes más afinidad. Básicamente te blanquea el perfil que elabora en base a tus búsquedas. Los usuarios, lejos de sentirnos perseguidos por una app que te está explicitando los parámetros con los que te va a hacer recomendaciones, nos sentimos orgullosos de mostrar quienes somos a la hora de escuchar música y lo compartimos en nuestras redes sociales. La música siempre ha sido un factor clave en el ordenamiento de la personalidad y en el sentido de pertenencia de algo mayor, formando lo que luego se llamaron “tribus”. La “nenas” de Sandro sienten orgullo de haber sido las seguidoras más fieles del fallecido cantante y que muchos años después, la misma lógica se vio con las “belieber” de Justin Beiber. Pero además de marcar fidelidad también prov

Gays de Estocolmo

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Termino de ver el segundo capítulo de “Veneno” con lágrimas en los ojos. Acabo de entender que lo que le pasó a Joselito en un pueblito de España, Adra, en los años 70 fue casi lo mismo que me pasó a mí a 5000 km de distancia una veintena de años después. Comprendo de una manera bien gráfica por qué es importante para los LGTB poder tener una comunidad en la cual desarrollarse y refugiarse. No importa la distancia o el tiempo, todas las personas LGTB vivimos algo parecido. Y si no lo vivimos, podemos entender que fuimos unos privilegiados del destino, porque tranquilamente nos podría haber pasado a cualquiera de nosotros alguna de esas historias de discriminación, vejaciones o abusos de todo tipo. La serie española “Veneno” cuenta la historia de estrella trans de la TV de los 90: Cristina Ortiz, La Veneno . Desde sus inicios en un pequeño pueblo donde nadie comprendía por qué José Antonio Ortiz era un niño tan “raro”, hasta sus últimos días que incluyeron una estancia en la cárcel.

Mujeres unidas en la diferencia

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En el debate por la ley que pretende asegurar el derecho al aborto, la diputada Silvia Lospennato arranca su discurso diciendo: “Ninguna diferencia, ninguna grieta pudo separarnos. Lo que hace años no logra la política argentina lo estamos haciendo las mujeres esta noche”. Sólo hace falta mirar los números del resultado de la votación para darse cuenta que lo que dice la diputada no es más que la realidad: el tema del aborto no es potestad de uno u otro partido, en todos los bloques votaron divididos a favor o en contra sin importar su afiliación partidaria. Es justo aclarar que hay partidos más chicos que votaron en consonancia todo el bloque y a favor de la ley, como el partido socialista (que sí tiene al aborto en su plataforma desde antes que el tema fuera mainstream) y la izquierda, que a pesar de que en el medio del debate la diputada Romina Del Plá tuvo que abandonar su banca (por su política interna de rotación de sus dirigentes para que todos puedan participar del debate púb

Sin lugar para la redención

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El día en que en Twitter se destapó el arcón de los recuerdos del 2012, tras el escándalo de los tweets clasistas, xenófobos y racistas de Los Pumas , yo también entré a revisar cómo era yo hace 8 años atrás. Me encontré con pensamientos que podría sorprender a muchos que hoy me conocen, sin embargo, yo recuerdo muy bien al Juani de aquella época. Recuerdo el desprecio que tenía con las lesbianas por no haber luchado de “modo patriótico” por el matrimonio homosexual como sí lo hicimos los gays. Las odiaba porque la sociedad no las despreciaba tanto como a nosotros (todo varón heterosexual de la época tenía una fantasía con una pareja de lesbianas), incluso me irritaba que no fueran promiscuas como nosotros y que estuvieran más exentas del sida. Recuerdo que en esa época a los varones homosexuales se nos equiparaba mucho con las mujeres (mucho más que hoy), se suponía que anhelábamos todo lo que la mujer era y no era así; en esos tiempos disminuir a las mujeres por su inteligencia o