Los formoseños son derechos y humanos
Fue el domingo pasado, en una charla de pileta, que me di cuenta que salvo quienes lo vivieron aquella época o a quienes nos gusta mucho la historia, poco se sabe con exactitud lo que sucedió en los tumultuosos años 70 en la Argentina. Se tiene una idea general, sesgada, descontextualizada y poco detalle del rol que jugaron los actores actuales en ese momento. De la misma manera que se nos enseñó la Revolución de Mayo como un cuento infantil de buenos y malos, nos enseñaron a repudiar a la última dictadura y venerar a “héroes” de dudosos prontuarios. Para ser justos, la historia contada de este modo simple y maniqueo sirve para algo muy importante: La Revolución de Mayo se debe festejar y la última dictadura militar (en realidad, todas, pero la última fue particularmente sangrienta) se debe repudiar. Salvo que estemos en el colegio primario, o en las videollamadas que quedan de él, quienes somos adultos y pretendemos intervenir en el discurso público evocando nuestros logros y fracas